AL HABLA CON....
El padre misionero Antonio Ónega Pacín.


El padre misionero Antonio Ónega Pacín, desarrolla su actividad como sacerdote de la diócesis de Lugo a través del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras): Del año 1970 a 1991, en Costa Rica. Desde el año 1992 en adelante, en Panamá, diócesis de Colón-Kuna Yala, en la parroquia de Portobelo (1.000 Km2).

Es una consecuencia del seguimiento de Jesús de Nazareth. En la vocación del misionero, la dedicación a los desfavorecidos es esencial.


No hay ninguna fórmula fácil ni mágica. El cambio pasa por la conversión personal y el compromiso por buscar nuevas fórmulas a todos los niveles por parte de todos.


Siempre estamos a tiempo, el mundo lo hemos organizado los hombres y las mujeres, y lo podemos organizar de una manera diferente. Hay que luchar contra la mentira que nos quieren vender de que no hay nada que hacer.


Me parecen un signo de los tiempos, cuando ya está casi agotado el espacio político, es decir, tengo una opinión favorable en general. La valoración concreta, depende de cada caso.


El anciano, en un gran porcentaje, no tiene jubilación, seguridad social, etc.; por eso, depende con frecuencia de sus familiares, instituciones de caridad, asilos, etc.


Concienciar a los familiares, apoyar las instituciones que los acogen y...¿No sería posible buscarles familias adoptivas, así como las tienen los niños desamparados?


La dialéctica de los medios de comunicación funciona así: Las noticias pronto dejan de serlo, por eso hay que insistir.
Deberíamos tomar conciencia de que la solidaridad tendría que extenderse al aporte de los estados, a la justicia en los precios de las materias primas, y a que por encima de la ley del mayor lucro económico está la persona.


Crece, aunque parezca mentira, la esperanza, y disminuyen las fuerzas físicas (los años no pasan en balde).


Yo creo que tal como está montado el sistema neoliberal global y globalizante interesa tener a mano siempre gente desempleada para controlar el mercado del trabajo.


Esta frase se suele citar erróneamente. De todos modos ha sido manipulada para mantener la fe en el ámbito de la conciencia personal y dentro de las paredes de las sacristías.
El Evangelio, nos enseña claramente que la fe tiene una repercusión de cara a los demás, y la Iglesia, nos recuerda que el compromiso del cristiano, alcanza a todos los niveles: personal, socio-cultural, político, etc.

Agradecemos muy sinceramente sus palabras, deseando que su labor siga extendiéndose y sus resultados arraiguen en el corazón de quienes le rodean.

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